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¿Qué es el ejercicio físico oncológico?
Es un programa de entrenamiento que está planificado, individualizado y supervisado que tiene como objetivo principal reducir los efectos secundarios de la enfermedad y sus tratamientos (1).
Planificado porque se adapta a cada etapa de la enfermedad y se ajusta para que la persona con cáncer pueda ir obteniendo los beneficios del entrenamiento poco a poco.
Individualizado porque se prescribe la dosis de ejercicio que esa persona necesita. ¿Por qué es tan importante individualizar? Porque no todas las personas responden igual al ejercicio, porque un cáncer de pulmón no es lo mismo que uno de mama, y por supuesto, cada persona tiene sus propias necesidades, objetivos y nivel de experiencia con el ejercicio.
Supervisado: El ejercicio oncológico debe estar supervisado por un especialista en ejercicio oncológico que pueden ser (tanto fisioterapeutas como CAFYD (Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) que hayan adquirido una formación oficial especializada en ejercicio oncológico.
¿Por qué hacer ejercicio durante y una vez superado el cáncer?
No es nada fácil. Tienes cáncer, dolores, fatiga, y numerosos efectos secundarios. En ese momento puede que veas el ejercicio, como una montaña muy grande a la que subir, es completamente comprensible.
Nuestra labor como especialistas es adaptar el ejercicio a TUS necesidades, empezando poco a poco y desde lo básico para que cada vez veas esa montaña más pequeña.
Lo que puede hacer el ejercicio por ti es:
1) Reducir los efectos secundarios de los tratamientos. ¿Cómo cuáles? Uno de los más importantes la cardiotoxicidad provocada por la quimioterapia. Para que puedas realizar tus funciones del día a día necesitas que tu sistema cardiovascular funcione adecuadamente. Se ha visto que 1 de cada 3 mujeres con cáncer de mama no supera el umbral mínimo de dependencia como causa de su baja condición cardiorrespiratoria (2). El ejercicio es un recuperador de tu función cardiorrespiratoria y reduce significativamente la probabilidad de eventos cardiovasculares adversos en un futuro.
2) Aumenta la supervivencia y mejora el pronóstico de la enfermedad. Con fuerte evidencia científica especialmente en cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer de próstata (1).
3) Mejora tu estado anímico. Hacer ejercicio va a ayudarte a que recuperes funcionalidad, vitalidad, reduce la fatiga asociada al cáncer (estás mas preparad@ para los efectos secundarios, los toleras mejor y te recuperas antes de ellos), y además, te ayuda a que recuperes tu vida social en caso de que se haya podido ver mermada por la enfermedad.
(1) Schmitz, K. H. (Ed.). (2021). Exercise oncology: Prescribing physical activity before and after a cancer diagnosis (1a ed.). Springer Nature.
(2) Khouri MG, Douglas PS, Mackey JR, Martin M, Scott JM, Scherrer-Crosbie M, et al. Cancer therapy-induced cardiac toxicity in early breast cancer: addressing the unresolved issues: Addressing the unresolved issues. Circulation [Internet]. 2012;126(23):2749–63. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.112.100560
Daniel Lucena.
Entrenador especialista en pacientes oncológicos en BFT Sport Clinic.